Antes sólo teníamos la palabra homicidio, es decir, la muerte evitable de una persona. Es preocupante que hayamos incorporado la palabra feminicidio. Estábamos mejor cuando no existía. La presencia del vocablo habilita el significado. Si bien nunca fue legal matar a una mujer, parece que ahora, al disponer de la palabra que lo define, estamos asumiendo que eso puede ocurrir normalmente. No existe un permiso explícito, pero parece un poco más natural.
Actualmente, el feminicidio es un fenómeno social, cultural y político, que atenta contra la vida de las mujeres, es decir, es el asesinato de mujeres por parte de hombres, que las matan por el simple hecho de ser mujeres o el mal llamada el sexo débil.
En los últimos años, en México se han incrementado el número de feminicidios en todo el país, siendo el caso más difundido el de las llamadas Muertas de Juárez, que dio la vuelta en todo el mundo, y que ahora sólo forma parte de otra historia más de impunidad, en nuestro país.
Según el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), los estados con mayores muertes de mujeres son: Estado de México y Chihuahua (cifras del 2016). De seis muertes de mujeres que se viven en México, la mitad al menos, corresponden a feminicidios, según datos del Observatorio Nacional del Feminicidio, el que ha exhortado al gobierno de esas entidades, para que indaguen esos asesinatos y declaren la alerta correspondiente.
Las mujeres son el 51% de la población de México, es decir, son la mayoría. En nuestro país actualmente viven 61 millones 764 mil mujeres –cifras a diciembre de 2016– de las cuales el 21.44% son indígenas, mismas que tienen las tasas más altas de analfabetismo y desapariciones de niñas.
Actualmente, las cifras de feminicidios en México son alarmantes, es decir, para que se den una idea, sólo entre el año 2012 y 2013 se han asesinado a más de tres mil 800 mujeres a lo largo del país. Desde 1993 hasta la fecha, más de mil mujeres han sido secuestradas torturadas, violadas y finalmente asesinadas, tan sólo en Ciudad Juárez Chihuahua, todo ello evocado por la lucha de poderes entre los carteles de la droga.
Los criminales que comenten estos actos atroces, las matan por el simple hecho de ser mujeres, esos asesinatos son motivados por la misoginia, es decir, el odio a la mujer. Esto se manifiesta con violencia extrema hacia las mujeres y niñas, con diversas formas de humillación, abandono, terror, maltrato físico y emocional, hostigamiento, abuso sexual e incesto, entre muchos otros.