El neoliberalismo es la expresión ideológica de un modelo teórico-económico, el modelo neoclásico, que considera la mínima, casí nula intervención del Estado en la economía, ya que el mercado es el mejor instrumento para asignar eficientemente los recursos de la sociedad.
El neoliberalismo emerge en el mundo en la década de los setenta; es una doctrina que retoma ciertos postulados del liberalismo económico que surgió en Inglaterra en el siglo XVIII (de ahí la palabra neoliberalismo), con la finalidad de suprimir restricciones, aún feudales, al comercio y a la producción. Dicho sistema procuraba la existencia del intercambio de trabajo por un salario, la libre formación de la riqueza y que ésta pudiera ser convertida fácilmente en capital. Desde el principio, pugnó por los mercados abiertos, la privatización de propiedades comunales y la limitada participación del Estado en la economía.
Conforme el capitalismo se fue desarrollando durante el siglo XIX, la doctrina liberal fue cobrando mayor relevancia; el campesinado feudal fue convirtiéndose en proletariado industrial, se dieron los procesos de acumulación y desarrollo tecnológico, que posteriormente permitirían arribar al gran parteaguas de la historia: la revolución industrial, con la consiguiente formación de las dos grandes clases antagónicas: proletariado y burguesía.
¿Es bueno para México?
Vemos elementos muy positivos en la economía mexicana: un entorno macroeconómico estable, prudencia fiscal, baja inflación, un país de poco riesgo, una población activa flexible, un sistema bancario consolidado y solvente, programas de reducción de la pobreza, que han sido reformados con éxito, altos beneficios derivados del petróleo, y demás. Pero el éxito de las políticas neoliberales, no han proporcionado el rápido aumento de la productividad y de los salarios, que los neoliberales no habrían dudado en vaticinar en 1995, si les hubieran dicho que las exportaciones mexicanas se quintuplicarían en los siguientes 12 años.
En México, el modelo neoliberal ha significado el desmantelamiento de la economía nacional y la pauperización del nivel de vida; esto en sí mismo ya es mucho decir, ya que de aquí se derivan la mayoría de los problemas que aquejan al país. El mismo fenómeno de la economía criminal, expresada en el crecimiento del narcotráfico, es resultado de un campo abandonado, así como de un campesino vulnerado por la pobreza y que se encuentra en la total indefensión.
Otro devastador resultado de la falta de oportunidades en nuestro país, es la migración, exagerada por un mal planteamiento del TLC, que jamás aprobó el capítulo de libertad de tránsito de mano de obra. La gran paradoja de la migración es que Estados Unidos y Canadá, al establecer un orden neoliberal, crean a los migrantes, que buscan una mejor vida en sus territorios.
México ha experimentado el neoliberalismo como una serie de eventos, que han impactado de manera negativa a la economía y a la sociedad. Es necesario reconsiderar el papel que juega el Estado en dicha economía, un rol que, en países de Europa, por ejemplo, se ha votado por una participación más amplia que ponga orden al caos que el mercado anárquico y voraz creó desde la década de los 80. En México también debe darse un cambio de rumbo, aquí hace falta instaurar un modelo que permita un desarrollo del país, incluyente, que esté enfocado en crear y mejorar el empleo, que exista una mejor educación y que invierta en su propio progreso.