El pasado 2017, se aprobó la Ley de Seguridad Interior, una polémica iniciativa impulsada por el gobierno federal. Sus defensores e impulsores consideran que ante la violencia que vive el país es necesario contar con un marco legal que permita combatir la inseguridad de manera más puntual, incorporando el trabajo del ejército en labores de seguridad pública y del orden civil.

Sus críticos consideran que es una ley en deterioro de la seguridad, que militariza y avala el uso del ejército en labores que no son propias de este sector, con un lenguaje confuso que puede dar cabida a graves violaciones de derechos humanos e impunidad en el uso de la fuerza policial o militar.

Tras la aprobación de la Ley de Seguridad Interior, la oficina del alto comisionado de la ONU y diversas ONG´s, indicaron que el proyecto presenta riesgos para los derechos humanos, y no brinda certeza jurídica al emplear conceptos y procesos que son imprecisos y desconocidos.

Para entender a grandes rasgos de qué va la Ley de Seguridad Interior, a continuación les enlistamos los puntos clave de la misma.

• Los militares tendrán la facultad de poder actuar como policías e intervenir en actos preventivos. Lo anterior con base en el criterio de los militares.
• Es importante resaltar que esta ley no tiene controles para garantizar los derechos humanos, sino que sólo se respetarán, es decir, se mantendrán bajo la ley.
• Las Fuerzas Federales podrán intervenir en las manifestaciones que consideren no pacíficas. 
• Los protocolos de actuación son desconocidos, ya que no habrá transparencia, dado que la información sobre las medidas de seguridad serán confidenciales y solo serán públicas muchos años después.
• Se señala que los militares estarán, máximo un año en las calles, cuando sean requeridos, pero ese tiempo puede ser modificado sin estipular un límite de tiempo, por el presidente en turno.
• Se estipula que las Fuerzas Federales y las Fuerzas Armadas, desarrollarán actividades de inteligencia en materia de Seguridad Interior.

El índice de aprobación de los ciudadanos para que los militares actúen conforme a la Ley de Seguridad Interior es muy  aceptable. Sin embargo, existen muchos huecos dentro de la ley que ponen en duda su futura eficacia. Es claro que existen regiones del país, donde es necesario una intervención militar para poder combatir el crimen organizado. Pero, al ejecutar esta ley, se pone en evidencia que el Estado de Derecho no esta haciendo bien las cosas. En lugar de capacitar, dotar y fortalecer el sistema judicial mexicano, con esta ley, se pretender una intervención armada, donde quizá no sea necesaria.

@tresmonossabios