Después de beber alcohol, algunas personas aseguran no poder acordarse de ciertos episodios que se vivieron en ese momento, a eso le llaman «lagunas mentales», las cuales son producidas por la ingesta en exceso de alcohol, aunque también depende de cada organismo. Este episodio de amnesia puede afectar a la memoria de largo plazo de las personas, ya que el alcohol inhibe la tranquilidad e impide que las neuronas se comuniquen entre sí.
Expertos advierten que los pequeños olvidos después de una borrachera, anticipan serias lagunas mentales y pérdida definitiva de la memoria. A ese fenómeno le llaman black out. Además, el consumo de alcohol sin control, también puede causar daños en el sistema nervioso, provocando sensación de debilidad muscular y dolor o calambres en brazos y piernas.
Cuando el alcohol llega al cerebro, altera el movimiento de las moléculas y neuronas en la membrana celular, de ese modo disminuye la actividad cerebral, lo cual hace más difícil la comunicación entre distintas regiones del cerebro. Entonces, no se pierde la memoria cuando se ingiere alcohol, ya que ésta se queda intacta, lo que sucede es que no se almacena información en la memoria como debiera, debido a la interrupción por la ingesta de alcohol.
La presencia de lagunas mentales depende mucho de qué tan rápido consumes el alcohol y la cantidad, lo que también aumenta las posibilidades de que no se recuerde un lapso determinado. Se conoce que las mujeres son más propensas a este efecto, debido a las diferencias del metabolismo y a los niveles de agua que tienen el cuerpo.
Lo más importante de este tema es prevenir, y en otros casos mitigar de raíz, si la solución está en la abstinencia y la prevención alcohólica. Estos factores son muy importantes ya que provocan una renovación y restauración de neuronas, afectadas por una constante ingesta de alcohol. En ese sentido, hay que aportar al cuerpo los nutrientes necesarios para llevar una vida saludable.