Días festivos y su impacto en la economía

Los días festivos no solo están pensados para conmemorar una fiesta religiosa o nacional, son días no laborales para el descanso. Sin embargo, la crisis económica

actual los ha puesto en la mira. Algunos analistas sostienen que son un peso para la economía y para otros, una recompensa para los trabajadores.

Aunque al final, lo que cuenta es el número total de días libres de los que disfrutan los trabajadores, el hecho de que parte de ellos sean fijos tiene beneficios económicos concretos, fundamentalmente la planificación, que redunda en la eficiencia de sectores económicos relacionados con el mismo, por ejemplo: las zonas turísticas saben de antemano en qué fechas concretas tendrán picos de ocupación.

Esta coordinación, asociada a los días festivos fijos, tiene ventajas más allá de las puramente monetarias. Un estudio de 2005 analizó datos de 5,400 hogares alemanes para comparar el impacto social de los días festivos entre diferentes länder (el número de festivos varía en cada estado). La conclusión era clara: había una correlación positiva entre el número de festivos y el tiempo dedicado a socializar, también en días laborables. La existencia de más días libres comunes, ayuda a cultivar más y mejores relaciones sociales, lo que después se refleja a lo largo del año.

Un rápido repaso por el mundo

El número y naturaleza de los días festivos varían enormemente alrededor del mundo, pero no deja de ser curioso que los dos extremos se sitúen en dos países tan cercanos cultural y geográficamente como México y Colombia. México es el país del mundo con menos días festivos, Colombia, el que más. En Colombia, según la consultora Mercer, llevan décadas aplicando la llamada “Ley Emiliani”, del exministro de trabajo Emiliani Román, que traslada la mayoría de los festivos a los lunes, con el objetivo de mejorar la productividad del país y desarrollar el turismo.

Por otra parte, países como India y Sri Lanka, tienen también un elevado número de feriados, aunque muchos de ellos son religiosos y aplican solo a determinadas comunidades. En muy destacada posición, una nación con fama de trabajadora como Japón, tiene 16 días festivos.

Portugal, una de las economías más golpeadas de Europa, acaba de recortar cuatro de sus 14 días festivos: el Día de Todos los Santos, el Corpus Christi, el día de la República portuguesa y el día de la independencia de España.

Según el gobierno portugués, la medida busca estimular la economía y mejorar la competitividad. Los sindicatos, por su parte, tacharon la medida de retroceso medieval y subrayaron que es un mensaje desestimulante para el trabajador.

Otros países que están pasando por procesos de ajuste económico, como España, se plantean medidas similares.

Y mientras en Europa se planea recortar feriados, en América Latina crean nuevos festivos. El presidente de Bolivia, Evo Morales, decretó dos feriados, en lugar de uno, para celebrar el Día Internacional del Trabajo.

Desde la Central Obrera Boliviana se afirmó que la medida podría disuadir las manifestaciones laborales que se suelen organizar esa fecha. El ministro de Trabajo de Bolivia, por su parte, señaló que el decreto «es para reconocer la labor de los trabajadores».

Los suizos rechazaron, en un referéndum, la posibilidad de tener más días libres. El argumento de los opositores era el peso para la economía suiza (unos US$8,490 millones al año) y los efectos nocivos que tendría para las pequeñas y medianas empresas (Pymes), que sus trabajadores tuvieran más días libres. Los promotores, por su parte, señalaron que «ganó el miedo reinante por la crisis».

Los datos de Europa y el resto del mundo indican que apenas hay correlación entre más o menos días festivos, y mejor o peor desempeño económico.

@TresMonosSabios

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