AMLO y el Desarrollo Estabilizador


«Me voy a guiar en materia de política económica en el libro que se llama «Desarrollo Estabilizador» de Antonio Ortiz Mena, que fue Secretario de Hacienda en dos sexenios y fue cuando mejor crecimiento económico hubo en el país.»

Andres Manuel López Obrador

En México se han venido desarrollando «megaproyectos» diseminados por todo el país, especialmente en territorios de pueblos indígenas y campesinos. Esta lógica de desarrollo se profundizó durante este sexenio, con la aprobación de la Reforma Energética y su paquete de normas secundarias, que otorgan prioridad a estas actividades y privilegian los intereses económicos de las empresas.

Ante esto, entre las metas propuestas por Morena se encuentra el combate a la pobreza, las desigualdades y la construcción de un Estado que no se someta a las élites económicas. Para avanzar en esta dirección, su «Proyecto de Nación» (P18), en el eje de «Economía y Desarrollo» aboga por el incremento a las actividades extractivas, el impulso de este tipo de proyectos, y también de energías renovables.

Sus Objetivos

Uno de los principales objetivos de este proyecto es la revisión de la Reforma Energética, donde se anticipa una menor contratación de empresas extranjeras y, en consecuencia, una posible reducción en la intervención de actores privados en los territorios. No obstante, ello no implica renunciar a estas actividades centrales en la estrategia económica del futuro gobierno, sino que seguirán intensificándose, sólo que desde PEMEX y CFE.


Inspiración Ecónomica de AMLO

El desarrollo estabilizador fue el modelo económico impulsado en México hace 60 años por Antonio Ortiz Mena, y abarcó varios sexenios: el de Adolfo Ruiz Cortines, Gustavo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz, y dio estabilidad económica al país llamándola así el “milagro mexicano”.

Éste se caracterizó por el impulso de un modelo que dio estabilidad ecónomica de manera sostenida, con el fin de lograr un desarrollo continuo.
México empezó a construir sus instituciones tales como el IMSS y la UNAM; así fue como México creció de manera institucional y tuvo un efecto en las variables ecónomicas. La economía mexicana estaba creciendo a un promedio de 6%. López Obrador aseguró que este esquema aplicado en la actualidad le permitiría al país crecer 4% anual, desde el actual 2%. Explicó que dirá adiós al «neoliberalismo», para instaurar el modelo que predominó entre 1954 y 1970, con «dos ingredientes nuevos: democracia y justicia».
Inversión

En el desarrollo estabilizador, el gobierno esperaba un compromiso del sector empresarial del país: invertir y mucho.
Entre esas medidas, el gobierno no impondría impuestos excesivos a las utilidades de las empresas y los dividendos serían tratados como ingresos personales anónimos, para fines fiscales.


La aprobación del próximo Plan Nacional de Desarrollo, puede ser una buena oportunidad, pero no la única para una problemática que es urgente y permanente. El escenario es muy complejo y también las presiones del capital nacional e internacional tocan a la puerta del futuro presidente, para intentar preservar el modelo económico que impera. Por ahora, y en lo que llega la toma posesión, es de celebrar la reciente declaración de López Obrador de no emplear el método de la fracturación hidráulica (fracking) para la extracción de hidrocarburos.

@TresMonosSabios

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