Muchos años de luchas históricas, países involucrados e intereses económicos, componen el conflicto que recién se convirtió en una guerra mundial con sede en Siria. La guerra civil en Siria completa ya siete años, y aumenta dramáticamente el número de víctimas; además, las grandes potencias centran su atención en participar bélicamente en el conflicto y no en gestionar ayudas humanitarias.
La lucha que se inició como una defensa de los Derechos Humanos en el 2011, y derivó en la aparición de grupos armados rebeldes, ahora se convirtió en un motivo de contraataque entre Estados Unidos y Rusia. En el 2011 se iniciaron las protestas, exigiendo el respeto de libertades y Derechos Humanos, por parte del régimen de Bashar al Assad, del Partido Baath, que controla todos los poderes desde 1963. La comunidad internacional ve con preocupación esta situación, mientras se habla de más de 400 mil muertes en ese territorio.
Gran parte del conflicto se centra en el gas, un recurso que convierte a Siria en una zona geopolíticamente estratégica e internamente vulnerable, ya que representa una ruta para la transportación del mismo. El interés que genera por países Europeos, Rusia y Estados Unidos, es lo que ha llevado a que la zona tenga demasiados conflictos bélicos.
Por un lado se encuentran países vecinos como Turquía, Irán e Israel, que usan a Siria como amortiguador ante sus conflictos bélicos. Por otro lado esta Europa que son consumidores del gas que proviene de esa región, la cual es controlada por Rusia e Irán, que en común acuerdo, impiden que tanto europeos como el gobierno de Catar metan sus narices en el territorio.
Al carecer de un punto estratégico en el mar, Rusia ha plantado en Siria una base militar en sus costas. Sin embargo, los motivos de seguridad quedan de lado cuando se conoce un poco de historia. A lo largo de la misma, esa zona ha sido conquistada para explotar sus recursos y con ello beneficiarse. Quien tenga el control de esta zona, rica en producción de gas natural, conocido como el nuevo petróleo, tendrá un gran poderío a nivel mundial.
Siria, aunque no tenga grandes reservas de gas natural, tiene la gran ventaja de estar en la zona de mayor producción mundial y tener contacto con el mar. El mar representa un comercio barato y accesible para todos, es por ello la gran importancia que tiene esta zona para las grandes potencias mundiales.