¡Han soltado la sopa! Los escoltas que protegían al prófugo ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, y a su esposa, Karime Macías.
La pareja (“Diamante” y “Esmeralda”; nombres clave que usaban sus escoltas) solía viajar constantemente a la CDMX para asistir a fiestas, espectáculos y centros de belleza, obviamente caríííííísimos.
Llevaban una vida de lujo, ahora prófugos. Lo peor de todo, es que son una vergüenza a ojos de los mexicanos.
Los escoltas transportaban, desde Veracruz, a la esposa del Gobernador, a la Plaza Antara, en Polanco, para sus visitas a un salón de belleza.
La señora iba dos veces al mes a la Ciudad de México, para su peinado y manicura.
«Esas cosas nos molestaban. Usaban un avión del estado, para uso personal.»
Acudieron a la obra de teatro ‘El Rey León’ y compraron hasta 20 filas de lugares, para sus familiares y amigos. De acuerdo con la página de Ticket Master, los boletos van de 630 a 2,700, pesos.
“Diamante” y “Esmeralda” asistían con frecuencia a comidas y cenas, en restaurantes exclusivos de la Ciudad de México, y a fiestas privadas.
«Nosotros estuvimos en fiestas, donde el jefe llegaba a las seis de la tarde y salía hasta las seis de la mañana, ¡hasta el full!; no podía ni sostenerse.»
¡Qué raro!
De acuerdo con el Reforma, el hobby de Karime era la equitación, y el de Duarte el golf.
La información más reveladora es que los escoltas desmintieron que Duarte haya escapado de Xalapa en un helicóptero, como explica la versión oficial; “Diamante” y “Esmeralda” salieron de Veracruz por tierra, rumbo a la Ciudad de México, a las zonas de Polanco y Santa Fe.
Y ahora se especula que andan por Canadá o Irlanda, el chiste es que, mientras estaban en México, “no pudieron atraparlos”.