La crisis del agua llegó a CDMX y estas son las razones:
- En México, la distribución geográfica del agua no coincide con la distribución geográfica de la población. El volumen de agua renovable promedio en el país per cápita, es de 4,028 metros cúbicos por habitante por año. Sin embargo, existen diferencias sustanciales entre el Sureste y el Norte del territorio; se observan áreas con gran escasez de agua y regiones con frecuentes eventos hidrometeorológicos que significan costosas inundaciones y afectación de asentamientos humanos e infraestructura.
- La mala calidad del agua superficial limita su aprovechamiento, en términos de DBO (demanda biológica de oxígeno):
- 7% del agua superficial se encuentra contaminada o fuertemente contaminada.
- 2% del agua superficial tiene calidad aceptable.
- 1% del agua superficial observa calidad buena y excelente.
- La cobertura nacional de agua potable es 91.6%. En zonas urbanas la cobertura es 95.4%. En zonas rurales (localidades menores a 2,500 habitantes), la cobertura es 78.8% debido a la dispersión de la población en condiciones fisiográficas complejas, y la dificultad técnica y/o financiera de desarrollar sistemas de agua potable, alcantarillado y tratamiento de aguas residuales.
- Si bien oficialmente 92% de la población tiene acceso al servicio público de agua potable, dicho porcentaje disminuye dramáticamente cuando se considera su calidad.
- De los 653 acuíferos, 106 se encuentran sobreexplotados, especialmente en zonas de interfase agrícola y urbana, lo que plantea un horizonte previsible de agotamiento y la contaminación por minerales naturales que significan graves problemas de salud pública (por ejemplo, arsénico).
- La mayoría de los organismos operadores de sistemas de agua para servicio público son ineficientes y opacos; funcionan con criterios políticos y clientelares, no están debidamente profesionalizados, dependen de cuantiosos subsidios, y no están constituidos como empresas públicas sujetas a reglas claras y transparentes de gobierno.
- En las ciudades se desperdicia alrededor de 40% del agua, por fugas en las redes de abastecimiento y distribución, y tomas domiciliarias.
- Está ausente en la población una suficiente cultura de pago por los servicios de agua, de uso responsable, de calidad ambiental, y de exigencia a los gobiernos municipales por un servicio de calidad.
Diagnóstico de agua en México para los próximos años
La crisis de agua potable se podría incrementar en los próximos años. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Ciudad de México será una de las diez megalópolis en riesgo quedarse sin agua potable para el año 2030.
La medición, que también considera a Ciudad del Cabo, Sao Paulo, Bangalore, Pekín, El Cairo, Yakarta, Moscú, Estambul y Tokio, marca como principales causas de la escasez, la necesidad de importar el 40% del sustento capitalino de fuentes distantes, sin contar con la infraestructura para el reciclaje de aguas desperdiciadas.
Además, la demanda de servicios, propia de la explosión demográfica de la Ciudad de México perjudicará la distribución del líquido vital en las zonas de difícil acceso, afectando a más de un millón de habitantes en siete demarcaciones de la capital.
Sí se considera el crecimiento poblacional que experimentan las grandes urbes del país, previsto para aumentar hasta 20.4 millones de habitantes entre 2020 y 2030, Monterrey, Querétaro y Guadalajara también podrían sufrir de desabasto a causa de la sobrepoblación.
En respuesta, en marzo de este año (2018), mandatarios de Australia, Bangladesh, Hungría, Jordania, Mauricio, México, Países Bajos, Perú, Sudáfrica, Senegal y Tayikistán, integrantes del Panel de Alto Nivel sobre el Agua de la ONU, pidieron contemplar políticas públicas para que la administración del agua sea atractiva para la inversión y resistente a los desastres naturales, además de duplicar la inversión en infraestructura hídrica en los próximos cinco años.
Fuente: Consejo Consultivo del Agua