Existe una especie de medusa que puede fusionarse y crear un nuevo ser. En esta nota contamos todo al respecto viéndolo desde su lado más curioso.
Imagínate ver dos criaturas marinas que se fusionan para sobrevivir en las profundidades del océano ¿Medusas con superpoderes? No, se trata de una especie real que vas a descubrir en esta nota.
Sabemos que toda ficción tiene su origen en la realidad, y aunque la obra de Mary Shelley, Frankenstein, navega entre los límites de la ciencia y los dilemas éticos, aquí podemos ver las consecuencias de alterar la naturaleza.
En las criaturas marinas tenemos el ejemplo real, las medusas tras sufrir una lesión, son capaces de unirse en un solo ser unificado, este sorprendente fenómeno ha despertado el interés de biólogos marinos y científicos que buscan entender cómo estos organismos ponen entredicho las ideas tradicionales sobre la individualidad y la supervivencia de las especies.
Fue Jean de La Fontaine, por ejemplo, quien comenzó una versión del cuento con «Todo poder es débil, a menos que permanezca unido», en 1668.
Este pionero estudio se centra en cómo ciertas especies de organismos gelatinosos pueden fusionarse en una sola estructura tras experimentar daños tipo un ave fénix.
Las medusas están caracterizadas por su estructura gelatinosa y la falta de sistemas nervioso y circulatorio centralizados, habitan en las zonas más oscuras del océano y dependen de complejos mecanismos de supervivencia.
Tras sufrir lesiones: en lugar de retraerse o intentar regenerarse individualmente, los individuos se fusionan entre sí, creando una estructura unificada que comparte recursos y funciones vitales.
Los investigadores describen este proceso como una “fusión de cooperación extrema”, esta fusión permite a las medusas peine integrar tejidos y estructuras de otros individuos de su especie, formando una entidad que puede continuar desempeñando funciones biológicas esenciales, como el movimiento y la captura de alimentos, un tipo de respuesta adaptativa extraordinaria.
Para los científicos, esta fusión podría ser una respuesta evolutiva a las duras condiciones del océano profundo, donde cualquier herida puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. Al actuar como un “superorganismo”, las medusas peine aseguran su supervivencia.
En el fondo de nuestro corazón quisiéramos ser como ellas y regenerarnos cada vez que podamos, el punto de todo esto es que el estudio plantea interrogantes acerca de los límites de la identidad biológica en los seres vivos. Obvio también nos hace pensar de otro modo sobre los conceptos tradicionales de individualidad.
Se les llama «medusas peine» porque poseen estructuras llamadas ctenos, que son unas filas de pequeños cilios en forma de peine a lo largo de su cuerpo. Estas filas de cilios les permiten moverse y reflejan la luz, lo que genera un efecto iridiscente característico.
Las observaciones sobre la fusión en las medusas peine (ctenóforo) abren perspectivas prometedoras en biotecnología y medicina regenerativa.
Fuentes:
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