Generalmente cuando escuchamos la palabra “devaluación” la asociamos a problemas financieros, pérdida de recursos económicos y, sobre todo, carencia. Aunque el término sí hace referencia a problemas económicos, su denotación negativa va más allá, pues era una práctica muy común utilizada por un país cuando su economía atravesaba serios riesgos.

Se trata de una operación financiera realizada por la máxima autoridad monetaria del país, que se encarga de rebajar el precio de la moneda frente a las extranjeras y adquirir por más unidades nacionales una unidad extranjera como el dólar o el euro.
Esta operación ha sido puesta en práctica por varios países que quieren reactivar su economía, ya que permite que los productos nacionales aparezcan con precios más baratos en el mercado internacional y así puedan aumentar las exportaciones, mientras que las importaciones disminuyen debido al precio elevado de los productos extranjeros, pero sólo mientras logran una balanza comercial.
La devaluación puede presentar dos escenarios, uno favorable y otro desfavorable. En el mejor de los casos se aumentan las exportaciones por el menor costo de los bienes y servicios del país frente a las otras divisas, el turismo aumenta por el valor del dinero extranjero dentro del país y aumenta el empleo debido al incremento de la producción nacional.
En el peor de los casos esta práctica podría ser la causa responsable del hundimiento de la economía de un país provocado por un mal estudio del contexto económico en el que se lleva a cabo la devaluación. Además, factores como la baja utilidad y rentabilidad que tienen los productos nacionales en el extranjero también influyen en la recuperación que se esperaría.
Como ciudadanos, no podemos interferir en una decisión de este tipo, sin embargo podemos hacer frente a la situación manteniendo nuestro dinero circulando, es decir, invirtiendo en bienes y raíces, consumir productos nacionales para ahorrar más y planificando todos los gastos para evitar una grán pérdida o pagar gastos imprevistos. (IMAGEN 2)
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