
Algo de lo que en los últimos años las feministas han logrado poner en mesa de discusión para toda la sociedad, es el hecho de la desigualdad que viven en muchos sentidos las mujeres.
Sin embargo, también han logrado visibilizar que la cultura en la que vivimos, es en su totalidad de carácter patriarcal, misogina y violadora. Así es como lo explica en la “Bitácora en Retrospectiva”, Alicia Hopkins Moreno.
Así que en los últimos años el Vaticano se ha puesto en boca de todos debido a las múltiples denuncias que han recibido por violación o uso de su poder para pedir “favores sexuales”.

Por eso en 2019, la iglesia más poderosa de occidente desarrolló una ley eclesiástica para poder combatir este tipo de crímenes dentro de la institución. Esta ley es conocida como “La ley de abuso sexual”.
Sin embargo, cuatro años después el papa Francisco ha decidido reformar esta ley con la finalidad de abarcar más puntos para erradicar la violación.
En un principio la ley explicaba que sólo se podía responsabilizar a todo arzobispo que estuviera implicado en abusos de este tipo. Además, categorizaban como víctimas de violencia sólo a “menores y personas vulnerables”.
Esto ha causado que el sábado 25 de marzo el papa Francisco agregara más cosas al respecto. Para empezar, ampliando el número de presuntos culpables. Por ejemplo, toda persona que sea oficialmente del Vaticano ahora podrá ser culpable en dado caso que se le encuentre así.
Además, también se amplió el número de posibles víctimas. Considerando a “un menor, o con una persona que tenga habitualmente un uso imperfecto de la razón, o con un adulto vulnerable”.
Y si bien, el Vaticano ya hace algo al respecto para cambiar la situación de su iglesia, lo cierto es que eso no será suficiente si las demás estructuras de la sociedad no cambian en pro de todo ser humano y se unen para derrocar el patriarcado.