Con palabras altisonantes como si de un capo de la mafia se tratara, el ex gobernador de Sonora, Guillermo Padrés, mandó un saludo por audio a sus amigos tras haber salido del Reclusorio Oriente.
“Ya estoy libre… Agárrense hijos de la chingada”, fueron las palabras del ex gobernador. Emocionado se miraba Guillermo, pues en sus planes estaba reunirse con su familia y amigos.
Durante el tiempo que Guillermo fue gobernador de Sonora se le adjudicaron delitos de defraudación fiscal y lavado de dinero; un juez federal aceptó dos inmuebles como garantía de los 100 millones de pesos fijados como fianza, o sea que le regaló la libertad a medias, pues igual tendrá que acudir a firmar periódicamente ante un juzgado y además porta un localizador electrónico que no le permite salir del país.
Se presume que los ex funcionarios de la pasada administración desfalcaron alrededor de 30 mil millones de pesos del erario público.
Ahora, en libertad, Padrés enfrentará los cargos que le fueron imputados.