Seguramente has escuchado hablar sobre la reina Isabel II, sobre el príncipe Harry o sobre el rey Felipe VI, y te has cuestionado cómo es que países como Inglaterra y España pueden tener reyes y a la vez un presidente.
Verás, algunos países del mundo aún conservan lazos con la monarquía y aunque cada uno funciona diferente, no todos tienen la facultad de ejercer su poder.
El termino monarquía proviene del griego mónos, que significa “uno” y arkhein, que es “mandar” o “gobernar”.
Actualmente, existen 44 estados soberanos del mundo que cuentan con una monarquía, éstas se dividen en constitucionales, que es cuando el monarca gobierna de acuerdo a una constitución, y absolutistas cuando tiene el poder absoluto.
Un ejemplo de monarquía constitucional es Reino Unido, ahí la realiza tiene poco papel en las decisiones de la nación y su presencia es más con las relaciones exteriores y la diplomacia. La reina Isabel II tiene la posibilidad de dar su opinión al Primer Ministro, aunque también ejerce como soberana en 16 estados.
Las monarquías que tienen el poder absoluto para gobernar son la mayoría de los países de Asia Oriental, como Arabia Saudita, Marruecos, Omán, Emiratos Árabes Unidos, entre otras.
También tenemos la Ciudad del Vaticano que es la única monarquía absoluta y teocrática de Europa, donde el Papa Francisco es quien tiene todo el poder.
Del otro lado de la moneda nos encontramos a monarquías que no tienen poder, en países como Japón, Dinamarca y Luxemburgo.
Sin importar si son constitucionales o absolutistas, las monarquías son hereditarias o electivas, que son cuando los soberanos son elegidos o tienen un cargo indefinido.
Las hereditarias son las más comunes y se encuentran en la mayoría de los países europeos, las electivas existen en países como Malasia, donde el rey se elige por un consejo de gobernantes y el ya mencionado Vaticano, donde el Papa es elegido por un colegio de cardenales.
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