Con el asunto de la modificación a la Ley de la Industria Eléctrica en México hay
muchas cosas que no quedan del todo claras y son muy importantes para entender este tema.
Por principio recordemos que estamos en una época en que las energías limpias
están ganando terreno en todo el planeta, pues el calentamiento global nos está
obligando a dejar de quemar combustibles y buscar alternativas mucho más
ecológicas.
Lo cierto es que mientras en muchos países el uso de energías renovables ya es una
realidad, en México todavía nos estamos peleando entre dejarle el negocio a las
empresas del gobierno o darle la oportunidad a la inversión privada para que traiga tecnología, innovación y desarrollo.
La realidad es que en México el gobierno no tiene dinero, infraestructura y
tecnología suficientes como para realmente cambiar el sector energético hacia uno
más limpio, lo que hoy tendría que ser una urgencia por la situación climática.
Además México participa en tratados internacionales, entre los cuales se ha
comprometido a que para el 2025 el 35% de la energía que consuma sea limpia,
pero para eso se necesita mucha inversión.
También es verdad que sí hay empresas privadas trabajando este tema en el país,
entre ellas IEnova que ya opera campos de energía solar para dar electricidad a
algunas ciudades mexicanas, así como gasoductos, termoeléctricas, parques eólicos y diversos proyectos en el mismo ramo. Sin embargo, hace falta que el gobierno dé muchas más facilidades, que abra el mercado y permita a más compañías similares venir a invertir al país.
Hay otras compañías similares como Saavi Energía, Cox Energy, Inventive Power e
Iberdrola, que trabajan distintos rubros de la energía renovable en México y están
ayudando a que el país progrese en ese sentido y alcance los objetivos firmados.
Hay que reconocer que las empresas del gobierno, como es el caso de Pemex o CFE,
ya no funcionan del todo porque están plagadas de corrupción, malos manejos y
sindicatos que no permitirían la entrada de nuevas tecnologías. Es así que la única
alternativa para generar un cambio en la producción de energía limpia es el sector
privado.
Debemos reconocer que México posee todos los recursos naturales para ser líder en energías renovables. Mar, agua, cielos despejados, sol y un clima inigualable, todo lo que otros países envidian está aquí, pero todavía no hemos podido explotarlo como
deberíamos porque las leyes al respecto aún se están discutiendo.
Probablemente las energías renovables sean el diamante en bruto que México aún
no descubre y en un futuro cercano podrían traernos mucha más riqueza de la que imaginamos, es sólo que aún falta un largo camino para librar a la burocracia, la
corrupción y la falta de interés de las autoridades en el tema.
