Suele suceder que escuchamos hablar de algunas organizaciones o instituciones que son importantes para mantener la economía mundial, sin embargo, en muchos casos desconocemos cuál es el significado real, el propósito al que se busca llegar o la razón por la que se ha creado. Este es el caso del Fondo Monetario Internacional (FMI).

El FMI es una institución que cada vez se vuelve más importante en todos los ámbitos de la política nacional e internacional, al funcionar como uno de los resguardos de la estabilidad económica, posibilitar el comercio internacional, impulsar un alto nivel de empleo o combatir la pobreza en el mundo.
Hoy en día existe un riesgo de que muchas de las economías mundiales y que el FMI trabaje para una mejoría de la economía a nivel global, caigan en la equivocación de dejarse llevar por la autocomplacencia injustificada, por los indicadores que se conocen. Es importante saber que estas condiciones incurren de forma directa en el comportamiento de la recuperación de México.
Por ejemplo, la administración de las vacunas es uno de los condicionantes que muestra el FMI. Mientras contamos con países en donde el sistema sanitario está fortalecido y abastecido, es evidente que otros países no tienen las mismas posibilidades. Países como Alemania u Holanda tienen lo necesario para enfrentar situaciones de colapso hospitalario, mientras que en economías de América Latina o Centroamérica, sobrevivir al virus es un verdadero reto.

¿Pero de dónde obtiene el dinero el FMI? La gran parte de los recursos para financiar los préstamos que el FMI cede, surgen de los países miembros, mayormente del pago de cuotas. De esta forma, el FMI puede atender las necesidades de respaldo financiero sin excepción de los miembros cuando existe una crisis económica mundial.
Entonces, es importante pagar al FMI, porque durante un déficit comercial que produce una escasez de divisas, las dificultades de la balanza de pagos desfavorecen tanto al país que sufre una deuda comercial como a los demás países con los que negocia.
Afortunadamente, el FMI elevó sus previsiones de crecimiento para México este 2021 de 3.5 a 4.3%, así como el pronóstico para 2022 de 2.3 a 2.5%. A pesar de que se advirtió que la economía mundial va a seguir enfrentando una incertidumbre, además de que las nuevas olas de contagios y variantes nuevas del coronavirus representan una amenaza, se estima que habrá un incremento económico mundial de 5.5% para este año.
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