Los impuestos son una cantidad de dinero que debemos pagar todas las personas que trabajamos. En México, la dependencia que se encarga de esta recaudación es el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y se tiene hasta el último día de abril para que las personas físicas, es decir los trabajadores, cumplan con sus obligaciones tributarias, estén al corriente con sus ingresos percibidos y los gastos efectuados en el año anterior.
Hacer tu declaración de impuestos es más importante de lo que crees, ya que con el dinero que aportas al gobierno la economía del país se mantiene activa y se puede invertir en aspectos importantes como la salud, educación, justicia, seguridad y la lucha contra el hambre y la pobreza. Es decir, se apoya en sectores económicos que son necesarios para el crecimiento y desarrollo del Estado.
Sin embargo, hay excepciones de personas físicas que no necesitan realizar este pago. En México, aquellas que no superaron un salario por encima de los 400 mil pesos anuales no es necesario que lo hagan, tampoco es necesario hacerlo cuando trabajó para un solo empleador y éste haya emitido en su totalidad los comprobantes de pago con el SAT.
La declaración anual de impuestos la presentan aquellas personas que:
● Prestan servicios profesionales por honorarios.
● Empleados que perciben un salario.
● Quienes rentan, compran o adquieren bienes inmuebles.
● Aquellos que tienen negocios o actividad empresarial.
● Los que percibieron intereses financieros ya sea por un préstamo, tarjeta de crédito o financiamiento.
Recuerda que tu contribución es importante y el no hacerlo impide al gobierno que destine recursos suficientes para cubrir los gastos que requiere ese sector y que ayuda a las necesidades de la sociedad.
Fuentes:
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