Qatar es uno de los países que comienza a abrirse a posturas más radicales aunque siguen practicando leyes musulmanas bastante conservadoras. A pesar de haber organizado la copa del Mundo en 2022 y declararse abierto a las ideologías de la cultura occidental, su sociedad permanece con estricto apego a las normas que los han regido por varias décadas.

Una de las normas más antiguas que existe en este país es el tutelaje masculino cuyas características minimizan la autonomía de la mujer y establecen un control de sus actividades, y aunque no está aprobado por la ley, tampoco lo prohíbe. Este sistema, de acuerdo con mujeres qataríes, representa la postura conservadora que les afecta social, física y emocionalmente.
El tutelaje masculino es el permiso escrito explícito de un guardián masculino para que las mujeres puedan tomar una decisión importante en su vida. Si no lo tienen, no pueden tomar la decisión de titularse en la universidad, estudiar fuera, viajar, casarse o divorciarse. Se trata de una norma que tienen las familias más conservadoras pero que algunas han dejado de seguir por el cambio de paradigma o porque viven fuera del país.
Aunque en la constitución qatarí el artículo 35 señala que todos son iguales ante la ley y no se les puede discriminar bajo ningún motivo, los valores y tradiciones conservadoras siguen teniendo mucha importancia para la sociedad, razón por la que varias corrientes de pensamiento liberales o reformistas no se han apoyado como se pretendía o porque las organizaciones que defienden estas causas estarían involucrándose en problemas de derechos humanos.
El tutelaje masculino se entiende como sistema aunque es más una mezcla de leyes y prácticas que no tienen suficiente claridad o información de su alcance. El guardián masculino puede ser un padre, hermano, tío, padrino o esposo y sobre él recae la responsabilidad de otorgar permiso para que la mujer ejerza su plenitud.
Aunque Qatar es uno de los países con mayor índice de igualdad de género en distintas áreas, la sociedad señala que todavía hay mucho por cambiar pero que en poco tiempo han dado un gran avance con respecto a las políticas que se ejercían a principio de siglo. Hoy, las mujeres dicen estar en una época dorada donde comienzan a conseguir posiciones de liderazgo y otros cambios que les permitan mayor inclusión con el mundo.

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